El pelo de gato es la primera protección de ellos frente a los golpes, cambios climáticos, radiaciones UV, etc. Todos los gatos tienden a mudar el pelo, aunque para aquellos de pelaje largo es mayor. Sin embargo, los gatos esfinges carecen de pelos, pero requieren de cuidados más profundos, aunque en realidad tienen un pelaje muy fino casi imperceptible a la vista.
Los gatos a través de su pelaje tienen la principal defensa para la deshidratación, ya que este es un aislante térmico para aguantar las temperaturas variables de frio y calor. Su brillo se obtiene gracias a las glándulas sebáceas que también aportan una función protectora contra los agentes infecciosos. Los pelos de gato, además, sirven para ellos se comuniquen con otros.
En el momento de la mudanza de pelos, los gatos pueden llegar a ingerir más de la mitad de los pelos muertos, es allí donde se forman las bolas de pelo en su estómago, que deben ser expulsadas por la boca, para evitar obstrucciones intestinales.
Los pelos de gato suelen tener mala fama, y esto se debe a que se les cae mucho, por lo que se piensa que el mismo produce alergia, que transmite fibrosis pulmonar, toxoplasmosis, esterilidad en las mujeres, o te puede provocar ceguera si se te mete en los ojos. La realidad es que el agente alergénico de los gatos, se encuentra en la piel y en la saliva.
Debes estar pendiente si el pelo de tu gato pierde su brillo y suavidad, ya que ello te indica su estado de salud, puede que algo no ande bien, quizás debas cambiar su dieta, sobrepeso, alguna enfermedad o simplemente sea por la edad. La clave para un hermoso pelaje de gato es una buena alimentación y un correcto cepillado.
Cepillar al gato elimina la suciedad y grasa del pelaje, eliminando el pelo muerto, además que se eliminan las escamas de la piel y se estimula la circulación sanguínea. El cepillado debe ser suave teniendo cuidado con los enredos, desde el abdomen a las patas.
Esther R.